El proyecto Baño público nace con la invitación del CGAC a participar en las jornadas de performance «Arte no parque» (Arte en el parque). Se trata de un proyecto que va a adquirir varios fomatos: desde la acción en directo, a una pieza de videoarte y a una serie de imágenes fijas.
Aunque mi práctica artística recoge la herencia del arte de acción, hasta entonces no había trabajado la performance ante público. La propuesta del CGAC de realizar una performance en el Parque de Bonaval, llega en un momento en que mi práctica experimenta dos desplazamientos: de la autorrepresentación a la representación de «otros»; y del uso de escenarios privados, o no contextualizados, al espacio social.
Mi contraoferta fue que, además de realizar una performance en directo -y que quedaría grabada de forma documental- también dispondría de un pequeño equipo que grabaría y fotografiaría la acción planificadamente -trabajando con guión de filmación, posibilidad de repetir tomas, etc.- de tal forma que Baño público pudiera llevarse a otros formatos.
Escogí como ubicación la fuente del parque público y trabajé con una actriz y bailarina profesional, puesto que me interesaba especialmente el control sobre el gesto corporal y su estilización. Buscaba convertir una acción banal en una coreografía de danza, empleando movimientos balanceados, torsiones acentuadas, posturas involutivas y menjando los tiempos y las pausas.
La acción consiste en que una mujer se da un baño en una fuente pública. Como si estuviera en su casa, emplea los utensilios de aseo habituales. La acción es extraña no sólo por realizarse en el espacio público, sino porque la mujer no se quita el vestido -una especie de túnica blanca como las utilizadas en bautizos colectivos celebrados en los ríos- y lo trata como si fuera la piel. Además, los gestos excesivamente meticulosos y la actitud ceremoniosa distancian la escena del naturalismo, llevándola hacia la artificiosidad. Los movimientos de la mujer a veces son mecánicos, se vuelven repetitivos, cobrando un matiz obsesivo, maniático. Y también realiza algunos gestos inverosímiles, como sacudirse el pelo de la forma en que lo haría un animal.
Para la preparación de las escenas, revisé imágenes de la historia del arte estudiando críticamente la composición, la postura corporal, y la relación entre la obra y el espectador. Obras clásicas de mujeres aseándose o en el agua, como el nacimiento de Venus de Botticelli, el baño de Susana de Tintoretto o la fuente de Ingres. O imágenes de baños en la pintura moderna, de Renoir, Degas, Picasso, Wesselmannn….
Una premisa de Baño público era frustrar la mirada voyerística del espectador. Negar el placer escópico que propociona «la ilusión de mirar a un mundo privado» (Laura Mulvey). En este sentido, una de las cosas en las que incidí fue en la mirada de la actriz: puntualmente había de devolver la mirada al espectador durante un buen rato, provocándole incomodidad. Había de dirigir una mirada frontal ante la que el espectador se sintiera increpado, descubierto. Una mirada que lo hiciera consciente del lugar que ocupa en las representaciones canónicas y que lo obligara a abandonar la posición privilegiada que implicar el «mirar sin ser visto».
Baño público. 2006-2008
Mar Caldas
Formatos:
2008. Marxes e Mapas. A creación de xénero en Galicia. Auditorio de Galicia. Santiago de Compostela. (S/T, serie «Baño público»).
2007. ARCO’07 Stand de la Galería Bacelos. Feria Internacional de Arte Contemporáneo. Madrid. (Video Baño público).
2006. Arte no parque. Ciclo de performance. Centro Galego de Arte Contemporánea CGAC. Santiago de Compostela. (Performance Baño público)